Noticias | 04 feb. 2025

¿Qué es una alimentación saludable?

¿Qué es una alimentación saludable?

La alimentación es uno de los factores que afectan nuestra salud, por eso es muy importante adaptarla según la actividad laboral, para mejorar el rendimiento y reducir la fatiga, lo que contribuye a mantener la salud y lograr un mayor nivel de bienestar.

Diariamente debemos tomar decisiones con respecto a los alimentos que adquirimos o utilizamos para elaborar las comidas, y ellas están influenciadas por diversos factores como: costumbres, preferencias personales, religiosas, étnicas, situación económica y también por la información sobre los alimentos y formas de preparación que nos llegan a través de los medios de comunicación.

Actualmente, los consumidores nos podemos beneficiar con la gran variedad de alimentos existentes, muchos de ellos con una clara información nutricional que posibilita que nuestra alimentación sea saludable. Comemos para obtener las sustancias nutritivas que necesitamos para poder tener un correcto rendimiento tanto físico como intelectual.

Los alimentos son, en su mayoría, una compleja mezcla de diferentes componentes que llamamos nutrientes. Gracias a esos nutrientes y a la energía que deriva de ellos nuestro organismo puede crecer, mantenerse y repararse y por sobre todas las cosas estar saludables. Además, los alimentos contienen numerosos componentes que afectan la textura, color y sabor, haciendo que éstos sean tentadores y por ende, agradables para comer. Todas estas sustancias necesarias para vivir en salud ingresan con los alimentos sólidos y líquidos que consumimos a diario.

El organismo necesita alrededor de 40 nutrientes diferentes para mantener la salud. No existe un solo alimento que los contenga a todos, por eso es indispensable que nuestra alimentación sea muy variada. Esta variación nos aconseja siempre utilizar alimentos de la estación, pues ellos tendrán mayor y mejor cantidad de nutrientes y serán siempre más económicos. Algunos de estos nutrientes los requerimos en grandes cantidades y se denominan macronutrientes: glúcidos (hidratos de carbono o carbohidratos), proteínas, grasas, fibras (solubles e insolubles) y agua. Hay otros llamados micronutrientes que necesitamos en cantidades pequeñas, pero no por ello son menos importantes, e incluyen vitaminas, minerales, fitonutrientes y zoonutrientes.

Los glúcidos y las grasas son las principales fuentes de energía de la alimentación. Las proteínas, en cambio, proveen aminoácidos para promover el crecimiento (en los niños) y reparar los tejidos (en los adultos) y si es necesario brindan energía. El agua, las fibras, las vitaminas, los minerales, los fitonutrientes -que son sustancias químicas presentes en las plantas, responsables de darles color, sabor, protegerlas de los rayos ultravioletas, ayudarlas a combatir las infecciones bacterianas, virales y micóticas  que aportan un beneficio extra a la salud-  y zoonutrientes -que son los compuestos presentes únicamente en los tejidos animales que consumidos por otros animales como alimentos proveen beneficios nutricionales adicionales- , ayudan a regular los procesos que tienen lugar en el organismo.

Minerales como el calcio, magnesio y fósforo además tienen funciones importantes en el crecimiento y reparación de los huesos y dientes.
El sodio, cloro y potasio ayudan en el mantenimiento del equilibrio de los fluidos corporales.
El agua es fundamental pues sin ella la vida no sería posible.
Todas estas sustancias son necesarias para vivir en salud.

Cada uno de nosotros tenemos necesidades energéticas diferentes. Las personas muy activas como los atletas o con trabajos de desgaste físico (trabajadores de la construcción, del campo, de la industria del metal, del puerto, deportistas profesionales, repartidores, etc.) necesitan mucha energía de los alimentos, mientras que aquellos que son menos activos o con trabajos sedentarios (personas que permanecen sentadas prácticamente todo el día: empleados de oficinas, profesionales, empleados de comercio, etc.) requieren menos energía. Los hombres necesitan más energía que las mujeres así como los adultos más que los niños.

Los requerimientos de nutrientes también difieren en las diferentes edades y etapas: es decir durante los períodos de rápido crecimiento como la adolescencia o durante el embarazo se requieren proteínas y minerales extra.

Debido a la gran diversidad en la composición de alimentos y la variedad de lo que se necesita para obtener una alimentación saludable, ningún alimento por sí solo puede suministrar todos los nutrientes esenciales. Por este motivo, uno de los principios fundamentales del comer saludablemente es la variedad: la necesidad de consumir un gran abanico de alimentos regularmente.

No existen los alimentos “buenos” o “malos” o “saludables” o “no saludables”. Lo que realmente importa es lo que se consume en combinación y en un período de tiempo. Por ejemplo una comida que sea rica en un nutriente puede combinarse con otra que sea pobre en ese mismo nutriente. El equilibrio se adquiere con el tiempo. Es la combinación de los alimentos y si aportan las necesidades de cada uno, lo que hace que una alimentación sea saludable o no. 

Para hacer una correcta selección de los alimentos es indispensable comprender que hay 5 grupos básicos de alimentos. Son básicos ya que aportan los nutrientes que se necesitan para vivir en salud y su ausencia puede producir consecuencias no deseables. Estos grupos son los almidones; verduras y frutas; proteínas, carnes, quesos y huevo; lácteos y finalmente sustancias grasas.

En la próxima entrega desarrollaremos el tema “¿Qué alimentos debo consumir para lograr un plan alimentario equilibrado y por qué es necesario hacerlo?”

 

Por María Emilia Mazzei
Licenciada en Nutrición, M.N. 0685 | M.P. 4366
Miembro de la Fundación Cardiológica Argentina