Tu Corazón | 09 oct. 2018

Material de Autoayuda

¿Dónde estamos parados?

Cada uno de nosotros podemos presentar distintas actitudes frente al tabaquismo de acuerdo a nuestra historia y circunstancias. Por lo tanto, las acciones a implementar pueden variar de acuerdo a la etapa en la que nos encontremos.

Dejar de fumar es un proceso con diferentes etapas:

Los fumadores van avanzando por etapas hasta llegar a la fase de acción y mantenimiento. En ausencia de intervenciones planificadas, permanecen atrapados en instancias tempranas. La etapa en la que se encuentra el fumador se puede determinar fácilmente a partir de preguntas sencillas y en cada una se debe iniciar una intervención terapéutica distinta. Tené en cuenta que las recaídas son frecuentes por lo que no deben ser valoradas como un fracaso sino como un paso más hacia la cesación definitiva.

Los expertos distinguen las siguientes etapas, conocidas como Etapas de cambio de Prochaska:

 

  • Te vas a sentir mejor inmediatamente, con más ganas de hacer actividades y más fuerte.
  • Vas a sentir más tranquilidad y serenidad ya que la nicotina no es un relajante sino un estimulante.
  • Te vas a sentir feliz porque dejarás de ser dependiente.

 

Etapa de pre contemplación

En esta etapa tu actitud frente al tabaco suele ser:

“No pienso dejar de fumar porque creo que fumar no es un problema. No se trata de que no vea la solución; en realidad no veo el problema”.

El tabaco es un placer y es imposible vivir sin un cigarrillo, piensa el fumador en esta etapa. Pero lo cierto es que con cada cigarrillo que fumas, tu cerebro recibe un “golpe” de nicotina y es afectado en los mismos lugares donde actúa el alcohol, la cocaína y la heroína.

Crees que fumar es un hábito. ¿Pero pensaste el tiempo que te hace perder simplemente por buscar lugares aislados para fumadores? ¿ Sabías que realizas el movimiento “mano-boca” en forma automatizada más de 300 veces por día y más de 100.000 veces en el año?.

El fumador suele creer que el cigarrillo es una compañía. Pero a diferencia de la mayoría de los amigos que pueden acompañarte en las buenas y en las malas, esta “compañía” te hará sentir cada vez más enfermo e imposibilitado.

Es una moda que me hace lucir “fashion” y más seguro. Cuando fumas le estas causando mucho daño no sólo a tu cuerpo, sino al de quienes te rodean.

Frente a estos enunciados, la pregunta que debes hacerte es:
Realmente ¿pienso así?, ¿quiero seguir fumando por el resto de mi vida?

Etapa de contemplación

En esta etapa, tu actitud frente al tabaco suele ser:

“Sí, fumo. Yo sé que tengo un problema; pero ¿cuál es la solución?”

En la etapa de contemplación, el fumador puede experimentar pensamientos como:

El humo del cigarrillo lesiona a todos los que están expuestos él. Aún mis hijos pueden tener problemas de salud debido a que fumo.

Estoy cansado de toser y estoy preocupado. Pero no sé cómo dejar el cigarrillo.

Si todo va bien, voy a intentar dejar durante las vacaciones.

Aunque creo que no estoy preparado aún, pienso con frecuencia en dejar de fumar.

¡Felicitaciones! Esta es la primera vez que pensás en dejar de fumar. Para empezar es necesario que examines por qué comenzaste a fumar y que analices aquellos motivos que hacen que continúes. Las razones son diferentes para cada persona y poder identificarlas facilitará elegir el método que te ayudará a dejar.

¿Por qué tenés que dejar de fumar?

  1. Cuando fumas, lesionas a los demás. Está demostrado que el humo del cigarrillo lesiona al fumador y a los que están expuestos. Los hijos de padres fumadores sufren mayor cantidad de resfríos, infecciones en los oídos, bronquitis y neumonía; suelen ser internados con mayor frecuencia durante los dos primeros años de vida y pueden sufrir retardo en el crecimiento.
  2. Cuando fumas, lesionas tu cuerpo. Si sos fumador tenés mayor probabilidad de padecer una enfermedad grave. Estas enfermedades como el enfisema, el cáncer de pulmón, la angina de pecho o el infarto de miocardio acortan o empeoran la calidad de vida del fumador, ocasionando la muerte o invalidez a temprana edad.

 

Sabías que el tabaco contiene 4000 componentes químicos de los cuales, 200 son venenos que incluyen DDT, amoníaco, arsénico, benceno, formaldehído, monóxido de carbono. Además produce, dado su poder oxidante, un déficit crónico de vitaminas A, C y E.

¡No te desanimes! Siempre se está a tiempo de dejar de fumar.

Existe una gran cantidad de razones y beneficios para dejar.

¿Sabes qué le sucede a tu cuerpo cuando dejas de fumar?

  • Aumentará tu expectativa de vida.
  • Vas a sentirte con más energía.
  • Vas a respirar aire puro después de mucho tiempo.
  • Si sos mujer y usas anticonceptivos, reducirá el riesgo de muerte súbita.
  • Mejorará notablemente tu sentido del gusto y del olfato.
  • Vas a tener menos resfríos, bronquitis y gripe.
  • Tu familia también vivirá mejor.
  • Vas a tener menor probabilidad de tener una enfermedad cardíaca, hipertensión, cáncer de pulmón y vejiga.
  • Mejorará tu rendimiento laboral y personal.

 

¿Cuáles deberían ser tus razones para dejar de fumar?

  1. Por tu salud, para disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón, enfermedad cardíaca y otras enfermedades.
  2. Por tu familia.
  3. Abandonar la dependencia, saber y poder controlarte y no sentirte débil.
  4. Porque tu cuerpo está impregnado al olor a tabaco constantemente y aún tus dientes y dedos están manchados.
  5. Porque querés darle un buen ejemplo a tus hijos.
  6. Porque querés respetar y cuidar tu cuerpo.
  7. Porque querés sentirte mejor, no tener tos y estar más enérgico y lúcido.
  8. Para ahorrar dinero.
  9. Para poder tener más concentración en tu trabajo.
  10. ¿Qué otras razones tenes?

 

¿Crees que sos adicto a la nicotina?

  1. ¿Fumas el primer cigarrillo dentro de los primeros treinta minutos de levantarte?
  2. ¿Fumas más de veinte cigarrillos en el día?
  3. Cuando te quedas sin cigarrillos ¿te desesperas?
  4. ¿No podes dejar de fumar por unas horas?
  5. ¿Fumas cuando estás enfermo?
  6. ¿Fumas más a la mañana que durante el resto del día?

 

Te damos algunos consejos que pueden ayudarte a dejar de fumar:

  • Hablar con amigos o familiares que hayan dejado de fumar.
  • Obtener información relacionada con los efectos nocivos del tabaco.
  • Conversar con tu médico.
  • Concurrir a las instituciones que tratan la adicción al tabaco.